Labores de desbrozado mecánico por una cuadrilla de la Diputación de Zamora el pasado noviembre en Corrales del Vino.
A pesar de las agresivas campañas de marketing de la industria química, es posible una agricultura sostenible sin tener que recurrir a fertilizantes, plaguicidas sintéticos y herbicidas como el glifosato. La agricultura ecológica muestra cada día que es la mejor opción para proteger nuestra salud y el medio ambiente. Y además, resulta rentable para los y las productoras.
Las prácticas ecológicas y sostenibles que se recomiendan para avanzar por esa senda las conocen todos los agricultores porque las han conocido décadas atrás: el incremento de la diversidad de cultivos y su rotación, los acolchados, el pastoreo, o la eliminación de estas hierbas de forma manual o mecánica. No son tan cómodas, pero es la única alternativa a la destrucción de la biodiversidad en la que estamos enfangados.
Ninguno de los ayuntamientos de la provincia, pequeños o grandes, ni tampoco la Diputación, tendrían mayores problemas para unirse a los cientos de municipios del Estado y de nuestra Comunidad que ya han dado el paso de abandonar el uso del glifosato. En Zamora tenemos la capital, Pozoantiguo, y algunos más que lo están decidiendo.
Entre los pasos en la buena dirección está la contratación por la Diputación de Zamora en septiembre de 2021 de 46 trabajadores organizados en 9 cuadrillas para la limpieza del entorno de los pueblos. Las cuadrillas han estado trabajando 6 meses, hasta finales del mes pasado en un buen número de pueblos de la provincia. Estos trabajos forman parte del Plan Forestal 2021 gestionado desde el Área de Medio Ambiente de la Diputación, contando con una importante ayuda presupuestaria de la JCyL.
Ahora solo falta que la Diputación y la JCYL den unos pasos más: pedir a los municipios que hagan los mismo, ofreciéndoles este servicio, e incluir en los contratos de mantenimiento de carreteras el uso de medios mecánicos. Sería un ejemplo y referencia para todos adelantándose a la prohibición esperada del glifosato por la UE para el ya muy próximo mes de diciembre.
Todo ello le supondrá mayor carga presupuestaria, ciertamente, pero se creará empleo en el ámbito de la sostenibilidad, y se ahorrará en depuración del agua. Sería un buen primer paso para apoyar la necesaria vuelta de prácticas abandonadas en la mayoría de nuestros pueblos:
- Fomentar la restauración de linderos en zonas cerealistas.
- Fomentar la restauración de muros y construcciones tradicionales de piedra seca.
- Plantar árboles, podarlos cuidadosamente y hacer compostaje con los restos.
- Facilitar, además de los desbroces manuales, el uso del ganado (cabras, ovejas, vacas..) para el mantenimiento de cunetas y otros espacios.
- Proteger los nidos de golondrinas, aviones, vencejos y otros insectívoros.
- Restaurar y proteger la vegetación ribereña de ríos y arroyos.
- Colocar cajas nido y refugios.
- Instalar depuradoras de filtro verde.
Mucho por hacer. Solo falta conciencia y decisión política.
Ángel Encinas
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