Trece ideas clave para el descenso energético

Imagen de Pepe Campana en la revista 15.15.15. Licencia CC

A las personas lectoras de SOS ya no hace falta explicarles que nos encontramos ante un inevitable declive energético, gracias a la labor de Ecologistas en Acción y los textos que vienen publicando diversas autoras y autores invitados por ellos a su ciclo Tiempo de crisis y colapsos: qué hacer. Si partimos de que dicho descenso en la disponibilidad de energía es no sólo un hecho inevitable sino una necesidad perentoria para evitar los peores escenarios de caos climático, debemos a continuación fijarnos en diversos aspectos de esta inédita situación para nuestra especie, acostumbrada hasta ahora a ir dando sucesivos saltos siempre hacia más energía. Tener un diagnóstico adecuado resulta imprescindible para encontrar la cura adecuada a esta enfermedad potencialmente mortal que nos aqueja. Ofrezco aquí trece de estos aspectos cruciales, apenas esbozados, para contribuir a este necesario diagnóstico.


1. No hay ninguna "transición energética" en marcha, sino apenas una "adición energética", donde sumamos energías de origen renovable a unas energías fósiles destructoras del clima, cuyo uso no reducimos, adicto como es nuestro modelo social al crecimiento aparentemente perpetuo que sólo ellas han podido mantener. Así que además de una "adición", bien cabe hablar de "adicción energética".

2. Nos hablan de una "transición justa", pero apenas con algunos sectores, comarcas o trabajadores. ¿Dónde está la justicia de esa supuesta "transición" para el resto de nosotros, para las futuras generaciones, para otros pueblos del mundo u otras especies?

3. Desde la izquierda muchos gritan "¡Que decrezcan los ricos!"... pero se nos olvida que "los ricos" somos todos nosotros, la inmensa mayoría de los habitantes de los países enriquecidos a costa del resto del mundo.

4. Pretenden que electrifiquemos todo el metabolismo de nuestras sociedades, llevándonos por delante en el proceso todo lo que haga falta. Pero dentro de 25 años, cuando haya que reponer el parque completo de fotovoltaica, eólica, etc. ¿qué va a pasar si ya no tendremos capacidad para reponer ese gigantesco despliegue falsamente llamado "renovable"? Los fondos europeos Next Generation han sido bautizados con cínico recochineo: quieren decirnos "el que venga detrás, ¡que arree!".

5. El caos climático está yendo más rápido y peor de lo que se preveía. Cuando mi hija tenga 60 años, media España estará desertificada y la verde Galicia donde nació no será más que un recuerdo. Si tenemos suerte, en el norte de Iberia tendremos un clima parecido al que ahora tiene la costa mediterránea, sólo que más caótico.

6. El colapso, definido como la simplificación rápida de la sociedad, es inevitable, porque sólo la energía creciente puede sostener la complejidad. Así pues, no cabe más que aprender a navegar el colapso lo mejor posible, o como dice Luis González Reyes, pilotar nuestro "descenso por aguas bravas" imposibles de remontar río arriba.

7. Estamos inmersos en una guerra mundial que no ha sido declarada oficialmente, pero no es entre superpotencias humanas, sino una guerra del Capitalismo contra la Vida. La mayoría de las izquierdas se sitúan, con sus políticas, como colaboracionistas del enemigo, y necesitamos que deserten y cambien de bando con urgencia.

8. No nos gobierna una tecnocracia, sino una teocracia, una casta que presume de hacer caso de la Razón y de la Ciencia pero que a la hora de la verdad se guía únicamente por los mitos irracionales del crecimiento perpetuo, del desacoplamiento economía/energía y de la tecnología milagrosa. La guardiana de su ortodoxia es la nueva Inquisición formada por los comisarios culturales que predican a diario desde sus púlpitos mediáticos y académicos, y los obispos que se sientan en los consejos de ministros.

9. Algunos nos quieren presentar un falso dilema: o necesidades sociales a corto plazo (trabajo, vivienda, servicios) o a largo plazo (protección de la naturaleza, resiliencia, ecología). Este nudo gordiano se soluciona como aquel que rompió Alejandro Magno: con la espada, cortando radicalmente con el caduco marco capitalista.

10. No podemos esperar a que lo resuelvan todo los de arriba pero tampoco ser tan ingenuos de pensar que lo podemos resolver todo desde abajo. Necesitamos estrategias mixtas o duales que actúen a la vez desde las instituciones y desde la calle y los pueblos.

11. En el Japón de la era Tokugawa resolvieron su crisis ecosocial echando mano de sus bases culturales y éticas locales como sostén de unas drásticas políticas de conservación ecológica. Aquí y ahora podríamos hacer lo mismo basándonos en el arraigado sentir de buena vida de los pueblos mediterráneos.

12. Esta batalla tiene lugar en el terreno del mito, no de la razón. Así que contra los mitos capitalistas, progresistas y tecnológicos, la razón científica no puede vencer: necesitamos construir nuevos mitos, a partir de dicha razón. Quizás Gaia, la Biosfera como ser al que pertenecemos, sea el mito necesario, con un fuerte fundamento científico.

13. Es hora de detener la obesidad mórbida de este sistema que ha crecido demasiado, de parar la metástasis llamada capitalismo. La cura consiste en volver a vivir principalmente del sol y de nuestros campos, en equilibrio con los límites naturales. Volver a integrarnos en Gaia y en nuestras comunidades humanas. La cura radica en volver a casa.

Manuel Casal Lodeiro, Instituto Resiliencia







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