Mapa con los movimientos vecinales de la provincia (salvo omisión involuntaria)
No son estos buenos tiempos para la movilización ciudadana. La ruleta incesante de variantes y oleadas del Covid nos tiene socialmente contra las cuerdas. Sin embargo, como vimos en el número anterior, tenemos por los pueblos y ciudades de la provincia una ciudadanía comprometida que, más allá de las redes sociales, sale a la calle con sus vecinos para denunciar, exigir o proponer medidas que doten a nuestras vidas y nuestros entornos de calidad y sostenibilidad. Son los nutrientes de esperanza ciudadana que necesitamos todas y todos.
Ahora tenemos por delante unas elecciones autonómicas, y será el momento para que estas movilizaciones den sus frutos en forma de compromisos y votos por unos y otros.
Lo que más ciudadanos de la provincia está movilizando es el desmantelamiento de la sanidad pública siguiendo criterios gerencialistas y no sociales y de servicio público. Los vecinos de los pueblos saben perfectamente que cerrar el centro de salud o el consultorio es cerrar el pueblo. Por eso le dedicamos la pieza de la página siguiente.
La movilización contra la ganadería industrial, mal denominada de “macrogranjas”, lleva ya más de 4 años por distintos pueblos de la provincia. Ahora con la manipulación de las palabras del ministro de Consumo unos y otros han conseguido lo que asociaciones, plataformas y Ecologistas en Acción venimos reclamando de nuestros políticos y conciudadanos: que se hable de un problema que, junto a los demás representados en el mapa, significa la ruina por contaminación de los acuíferos la desaparición de la ganadería tradicional, y pérdida de calidad de vida de muchos pueblos.
Si a estos problemas añadimos la invasión especulativa de macropolígonos renovables, que amenaza con cambiar radicalmente nuestros paisajes destruyendo lo poco natural y primigenio que nos queda, podemos con razón hablar de nuestra provincia como zona de sacrificio neocolonial.
Pero no se terminan aquí los problemas, porque el próximo capítulo de este arrasamiento de la provincia será el minero. El proyecto Valtreixal de Calabor, que ha levantado a los vecinos de la comarca, si no lo consiguen parar, será la primera de las brutales minas a cielo abierto que están sobrevolando amplios territorios del oeste provincial.
A nadie puede extrañar que ante este abandono surjan plataformas que encaren las consecuencias: la despoblación de una provincia abandonada, utilizada como estercolero o espacio de especulación destructiva.
Afortunadamente siguen surgiendo por el territorio grupos de vecinos que se levantan en defensa de nuestro rico patrimonio natural, cultural y social. Ellos son nuestra esperanza.
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