Otro modelo energético


En los últimos años estamos viendo con cierta impotencia cómo está cambiando nuestro paisaje y nuestro ecosistema con la llegada de los macroproyectos de energías renovables. “Molinos gigantes” y campos llenos de “espejos”, producto de una transición energética basada en el continuismo de los grandes grupos de inversión y en la degradación de nuestro patrimonio natural y cultural. Esa transición es más bien una industrialización del campo. La generación energética sigue en manos de los mismos, por eso no debiera llamarse “transición”. Podemos estar seguros que con ese modelo energético la factura de la luz no va a bajar, por muchos “molinos “que se instalen.

Diferente sería un modelo en que los propios ciudadanos, pymes y entidades públicas locales pudiéramos autoabastecernos, generando y compartiendo energía. Por ejemplo, hay mucha superficie de tejados que podría utilizarse para producción de energía eléctrica fotovoltaica, que podría consumirse localmente, respetando así el medioambiente y generando sinergias. Es posible un modelo en el que la energía se consuma en las proximidades de la generación, en el que se haga trueque o acuerdos entre los usuarios, evitando la compra de esa energía a las grandes compañías energéticas, energía libre de peajes, impuestos y precios desorbitados. Algunos lo llaman “modelo de democratización de la energía”, de generación distribuida, pero ya tiene nombre oficial: “Comunidades Energéticas”. Sí, parece algo idílico, pero ya es posible, y está empezando a ser una realidad (de hecho ya existen 20 ejemplos en España, fuente: IDAE). 

Se está legislando para legalizar esta nueva figura, e incluso se está impulsando con subvenciones europeas. Actualmente existe el “autoconsumo compartido”, pero una comunidad energética no se limita a la generación eléctrica: también contempla el uso compartido de energía térmica, siempre que tenga origen renovable. De esta forma, aunque haya usuarios que sean sólo consumidores, porque no tengan la posibilidad de instalar en su casa, podrán beneficiarse y participar de las instalaciones de renovables, en formato de cooperativa.

Esta alternativa permite que las bondades de las energías renovables reviertan local y directamente. Genera empleo de calidad y mantenido, es respetuoso con el medioambiente y nuestro paisaje, reduce los costes energéticos haciendo que seamos más competitivos, y en general mejora nuestra calidad de vida.


Javier Domínguez. Consultor energético.

Real Decreto-ley 23/2020: “entidades jurídicas basadas en la participación abierta y voluntaria, autónomas y efectivamente controladas por socios o miembros que están situados en las proximidades de los proyectos de energías renovables que sean propiedad de dichas entidades jurídicas y que estas hayan desarrollado, cuyos socios o miembros sean personas físicas, pymes o autoridades locales, incluidos los municipios y cuya finalidad primordial sea proporcionar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus socios o miembros o a las zonas locales donde operan, en lugar de ganancias financieras.”

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