Actualmente vivimos en un mundo muy complejo y muy cambiante. En los últimos años se ha producido una revolución tecnológica que ha cambiado completamente nuestro mundo y nuestra forma de vivir la vida. Además, se hace palpable la crisis ecológica y el hecho de que los límites biofísicos de la Tierra no permitirán seguir con el modelo de vida actual, basado en el crecimiento continuo y en el consumo desaforado. Si queremos que la vida en el planeta Tierra continúe, debemos llegar a un equilibrio entre todos los miembros y especies del planeta, sean del reino mineral, animal, vegetal o humano. La Naturaleza nos enseña que somos una Red de Vida en la que cada ser tiene su función y su importancia vital para el conjunto. Por ejemplo, si desaparecen las abejas esto afectará a todo el funcionamiento del organismo vivo que es la Tierra.
La evolución nos pide crear una sociedad en red, con un modo de vida a escala local y de bajo consumo energético. Formamos parte de un ecosistema y debemos funcionar como tal. Para ello, reducir y concentrar nuestros recursos en grupos más pequeños nos puede beneficiar muchísimo. Esto implica un largo proceso colectivo y creativo de transición, de rediseño de la sociedad, combinando las nuevas tecnologías con los conocimientos tradicionales, retornando la importancia al contexto local y reconectando con la Naturaleza. Cuando trabajamos en red devolvemos el poder a las comunidades, olvidamos el individualismo feroz imperante y se fomenta la producción y el comercio local.
Buscando soluciones prácticas
Un gran ejemplo es el Movimiento de Transición, un experimento en crear una red de ciudadanos más resiliente e inclusiva. Se inició en un pueblo pequeño llamado Totnes, en Inglaterra y ahora es un movimiento a nivel mundial con muchos pueblos y ciudades adheridos a él, presente en cerca de 50 países de todo el mundo.
En España hay muchas iniciativas, por ejemplo en Portillo (Valladolid), Segovia o Zarzalejo (Madrid). Desde Zamora en Transición también queremos sumarnos a este movimiento para que nuestra ciudad sea más resiliente y colaborativa, un lugar propicio para crear sinergias entre los ciudadanos, que nos permita enfrentar los cambios de forma autogestionada. Somos nosotros, la gente que vivimos aquí, los que podemos crear el cambio en nuestra ciudad mediante el intercambio de ideas, la creatividad y la colaboración. “Mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo” y definitivamente podemos mejorar nuestra ciudad con iniciativas tan sencillas y poderosas como mantener huertos urbanos comunitarios.
Partiendo de una profunda crítica socioambiental, se proponen iniciativas y proyectos a medio camino entre las actuaciones que puede hacer una persona como individuo y todas aquellas a gran escala que vienen de gobiernos e instituciones. Es algo que solo puede surgir de abajo a arriba, dirigido por la ciudadanía. En definitiva, el Movimiento de Transición es un experimento inclusivo, fresco e innovador que busca una transformación social mediante la reconstrucción de resiliencia comunitaria. Tenemos una visión optimista del futuro, en el que las soluciones prácticas que el mundo necesita puedan florecer. ¡El mundo pende de un hilo, pero juntos podemos tejer otra realidad!
Rosa Vecilla. Zamora en Transición
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