¿Revolución solar y eólica o industrialización del suelo rústico?

No son molinos, son gigantes. 
En la simulación gráfica a escala  realizada por Javier Domínguez, se compara uno de los 66 aerogeneradores de 240 m que se van a instalar en Sayago con el edificio administrativo de Zamora.


La avalancha de proyectos de plantas fotovoltaicas y parques eólicos, que afecta a la provincia de Zamora, imposibilita realizar un comentario pormenorizado de cada caso concreto.

De los proyectos se deduce que los promotores eligen preferentemente terrenos situados cerca de alguna subestación de Red Eléctrica Española para minimizar los costes de las líneas de evacuación. Ello no evita la necesidad de crear subestaciones de transformación que utilizan varios promotores como en el caso de la SET Toro Renovables, recién aprobada por la Junta, o de la proyectada SET Renovable Muelas. ¿Qué dirán los vecinos de Ricobayo cuando les instalen otra subestación junto al pueblo y nuevas líneas de alta tensión surcando su cielo? En ningún caso la elección de los terrenos responde a criterios medioambientales como, por ejemplo, la preferencia por suelos degradados debido a actividades mineras o por suelos industriales.

Fijémonos en un caso concreto: las siete plantas fotovoltaicas actualmente en tramitación en los términos municipales de Pozuelo de Tábara y Moreruela de Tábara que ocuparán un total de 530 hectáreas, de la cuales 520 son tierras de labor, situadas a los pies de la Sierra de la Culebra. Pronto ya no aparecerán noticias sobre las quejas de los agricultores por la presencia de fauna silvestre en sus cultivos, porque el terreno agrícola quedará cercado y cubierto por un mar de cristal formado por 702.189 paneles solares. Quienes proclaman que las plantas fotovoltaicas contribuirán a fijar población y crear empleo están maquillando los datos. ¿Qué harán los agricultores sin tierras de labor y los bolsillos llenos con algunos miles de euros procedentes del arriendo de sus parcelas? ¿A quién beneficiará la tan cacareada creación de empleo: a un par de técnicos de mantenimiento que se trasladan de una instalación a otra? Por no hablar de la transformación que sufrirá el paisaje natural y que ahuyentará a cualquier posible visitante.

En cuanto a los parques eólicos en tramitación, sin duda el proyecto más alarmante por el impacto que tendrá en el territorio es el que ocupará los montes públicos de Almeida, Bermillo y Muga de Sayago. La instalación de 66 aerogeneradores de 240 metros de altura total hará irreconocible el paisaje sayagués e imposibilitará cualquier desarrollo sostenible para el turismo. Adiós al observatorio astronómico de Sobradillo y a su colaboración con la Universidad de Salamanca. La ganadería extensiva, principal motor económico de la comarca, se verá gravemente afectada por la pérdida de pasto. Recordemos que se abrirán decenas de kilómetros de viales de 5 metros de ancho, además de las áreas al pie de los aerogeneradores libres de cubierta vegetal y con la consiguiente tala de árboles. Resulta paradójico que el alcalde de Almeida se lamente porque los quads deterioran la cubierta vegetal de sus valles. ¿Qué dirá de los tráilers que recorrerán el monte, junto a la ermita de Gracia, para transportar las palas de 80 m de los aerogeneradores?

Renovables sí, pero no así.

Cristina Zelich. Ecologistas en Acción de Zamora.

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