Ni las élites romanas o griegas, ni los Austrias o los Borbones del XVIII, tenían en sus mansiones y palacios el tesoro que tenemos en nuestras casas a un giro de grifo: agua potable garantizada de la máxima calidad. Y es que resulta ser un servicio esencial que damos por hecho, como si tal cosa, como si no fuese una de las grandes conquistas que miden la calidad de vida de los pueblos.
Desde un planteamiento de futuro sostenible el suministro continuado de agua de grifo de calidad a nuestras casas debe ser uno de los servicios a cuidar y potenciar entre todos, y más cuando en las proyecciones de debacle climática Zamora está llamada a ser otro espacio ganado por el desierto peninsular.
Alta calidad, bajo consumo, penalización del derroche, control ciudadano. Estos deberán ser los principios que pueden garantizar su continuidad.
Además de quedarnos más tranquilos, con los datos de las analíticas en nuestras manos podremos contestar con contundencia a la publicidad de las insostenibles empresas embotelladoras, quienes, sin ofrecer mejor calidad, son fuente importante de contaminación: proceso de fabricación de envases, transporte, incierto reciclaje...
Animamos desde aquí a nuestras lectoras y lectores comprometidos a que tomen la iniciativa y demanden en sus municipios las analíticas completas del agua. Todos tenemos derecho a conocerlas, y resulta cuanto menos sospechosa la reticencia a hacerlas públicas.
Desde Ecologistas en Acción de Zamora nos ofrecemos a ayudar a todos en la demanda de estas analíticas, y en la valoración posterior de las mismas.
Será la mejor forma de apoyarnos entre todos en la defensa de un servicio imprescindible para la sostenibilidad y futuro de nuestros pueblos con una vida buena y saludable.
Ángel Encinas
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