Más de cien mil desplazamientos motorizados diarios
y 6.500 toneladas de CO2 al año lo confirman
Zamora ha cedido el protagonismo peatonal de la calle al coche. Acostumbrados a su uso en exceso, olvidamos que el espacio vital es para personas y no para máquinas. Al contabilizar el tránsito motorizado por las calles del municipio resultan más de 105.000 desplazamientos diarios, que recorren anualmente 68.000.000 km, con un impacto económico total de 17.000.000€, unos 12 sólo en combustible. La seguridad vial se ve afectada con 800 accidentes anuales, de los cuales unos 55 son atropellos y más de 40 de éstos ocurren en pasos de cebra. La consecuencia directa son 125 víctimas entre leves, graves y muertos.
Pensamos que vivimos en una ciudad limpia, pero las emisiones de gases contaminantes, los que favorecen entre otros trastornos, el asma y las alergias, ascienden a 6.500 toneladas/año, sólo de CO2. Hay que sumar las partículas en suspensión por el desgaste de ruedas y pastillas de freno, inevitables aunque fueran coches eléctricos. Los tres hospitales y 34 centros docentes de 44, soportan diariamente niveles de ruido excesivos. Los desplazamientos recurrentes a centros educativos, de salud y de trabajo, junto a las características urbanas y climáticas de Zamora provocan que ciertas vías y avenidas sean especialmente inseguras e excesivamente contaminadas.
El espacio ni se crea ni se destruye, se comparte
Ahora más que nunca transitamos demandando más espacio para mantener el distanciamiento físico. El Covid ha tenido más incidencia en las ciudades y áreas más contaminadas. El confinamiento nos ha alertado sobre mantener una buena salud física y emocional. En definitiva, más espacio, oxígeno, limpieza y salud. El espacio ni se crea ni se destruye, se comparte. Debemos recuperarlo de la desmesurada cantidad que ocupa el tráfico motorizado. Lo mismo sucede con el aire, más oxígeno para respirar y menos para combustión, y con la suciedad ambiental, reduciendo las partículas de desgaste.
La situación económica, para instituciones y personas, hace insostenible la movilidad motorizada actual. La solución está en aumentar el tránsito a pie y el uso de la bicicleta, limitando el tráfico motorizado al necesario para el correcto funcionamiento de la actividad social y económica.
Desde un punto de vista etimológico, la raíz de bicicleta es ciclo, del griego kýklos, derivando en el giro, la vuelta, el círculo y también en enciclopedia, reunión de niños en círculo (en-kýklo-paideía) para aprender. Ahora tenemos una oportunidad magnífica para mostrar que hemos aprendido, para dar un giro, para voltear la movilidad motorizada hacia las personas. Aprovechar que el tránsito a pie y en bicicleta recuperan el espacio vital y mejoran la seguridad vial en un ambiente saludable. Es clave, en consecuencia, nuestro cambio de hábitos, de instituciones y personas, para socializar, compartir las calles y hacer la ciudad precisamente más habitable.
Carlos Marcos Maíllo
Experto en Movilidad
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