Circuito en las laderas del IES Allende, Toro
Estamos saliendo de una tremenda crisis sanitaria que tiene origen ambiental, derivado de los impactos del hombre en el planeta. Desde Ecologistas en Acción Zamora, consideramos que es ahora el mejor momento de exigir a los ayuntamientos de nuestros pueblos y ciudades, otro tipo de políticas en materia medioambiental que tienen que ver con la biodiversidad.
Sería deseable que los municipios analizaran los elementos y zonas de interés que a escala local contribuyen a la biodiversidad, como arboledas, paisajes representativos del lugar, charcas o hábitats específicos vinculados a la historia cultural del pueblo...etc, y evaluar qué amenazas pueden convertir en escaso lo que hasta entonces era común.
Para muchos ayuntamientos todavía no son preferentes estas actuaciones ambientales en sus programas. Ese es el caso de acciones relacionadas con vertidos de aguas fecales a los cauces de los ríos que, como ocurrió en Toro, han sido objeto de denuncias y sanciones económicas por las carencias en la depuración. Pero no es el único caso, y es urgente el compromiso y las inversiones eficaces para limitar cualquier tipo de agresión a nuestras masas acuáticas.
Todavía, y a pesar de estar prohibida por la legislación ambiental, muchos tesos y manchas de monte son transitadas, cada fin de semana, por decenas de quads y motos de trial, generando grave erosión, profundas roderas que se agrandan con la lluvia y ruido. Algunas carreras populares, sin suficiente evaluación de sus impactos, siguen siendo incompatibles con la conservación de estos espacios tan valiosos y singulares que cada año, sufren el pisoteo y la erosión derivada de una prueba multitudinaria. Los vecinos de muchas localidades sufren problemas de contaminación acústica derivada del uso de vehículos a motor (quads y motos) que vulneran cualquier nivel de ruido permitido por las ordenanzas. Recordemos que este tipo de efectos son perjudiciales para la salud humana y alteran la tranquilidad de los vecinos.
Los ayuntamientos siguen en ‘lucha’ contra las mal denominadas “malas hierbas” y no dudan en regar parques, plazas o zonas verdes con herbicidas como el glifosato (cancerígenos para los humanos y letales para la vida acuática). Esta práctica, también utilizada por la Diputación Provincial o la Junta de Castilla y León en sus carreteras, debería sustituirse por desbrozadoras manuales, como ya se hace en otros lugares, sin ir más lejos la vecina provincia de León.
La obsesiva preocupación por limpiar las riberas de los ríos que pasan por los pueblos es otro caballo de batalla. Como ya hemos apuntado en otras ocasiones, es un sinsentido drenar o “limpiar” las riberas para evitar avenidas, pues estas intervenciones son contraproducentes. De hecho, la maleza en las orillas y las islas dentro del cauce, ralentizan la velocidad del agua, encauzan las crecidas y limitan las probabilidades de desbordamiento.
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